Especialmente en las zonas donde el calor se deja sentir con la intensidad que lo hace en nuestra tierra, la mayoría de la ciudadanía no debería pasar por alto que hay una serie de recomendaciones que van a contribuir a soportar mejor los rigores del verano y, aún más importante, evitar que tengamos problemas más o menos serios como consecuencia de las altas temperaturas.

Aunque los consejos van dirigidos a la población en general, son las personas mayores y los niños con los que hay que tener especial cuidado y atención. Por ello, desde la delegación de Seguridad Ciudadana y la Agrupación Local de Protección Civil, se imparten una serie de recomendaciones que deben tenerse en cuenta.

Es importante que limitemos la exposición al sol la mayor parte del tiempo, no solo si estamos en la playa o la piscina, sino también si hemos decidido salir a pasear, hacer deporte, o incluso estamos trabajando en el exterior. En todos los casos es importante vestir la ropa adecuada, con tejidos ligeros, transpirables y de colores claros. Es fundamental que se utilice un sombrero o una gorra que nos proteja la cabeza.

A la hora de practicar deporte, hacer ejercicio físico o simplemente estar en el exterior, hay que evitar hacerlo en las horas centrales del día, en las que los rayos solares tendrán una mayor incidencia y las temperaturas son más altas.

Es fundamental mantenernos siempre hidratados y, en este sentido, el agua es siempre la mejor aliada por encima de cualquier otro tipo de bebidas.

En cuanto a las comidas, deben ser ligeras y regulares porque siempre es mejor que sean menos copiosas aunque comamos con más frecuencia. Debemos optar por alimentos frescos, fáciles de digerir y que nos aporten sales minerales para equilibrar las que pierde nuestro organismo a través del sudor. Las frutas y verduras son la mejor opción en ensaladas, aliños y sopas frías. Las legumbres también nos van a ayudar y, el verano puede ser el momento perfecto para consumirlas en recetas más ligeras y frescas que los guisos tradicionales.

Por último, no nos olvidemos nunca de las personas mayores que vivan solas, estén enfermas o aisladas, ellos son especialmente vulnerables y precisan de personas que vigilen su entorno y cuál es su estado. Y nunca olvidemos que, aunque sea por poco tiempo, no debemos dejar nunca esperando en el interior de un vehículo a un niño o una persona mayor porque las temperaturas que se pueden alcanzar dentro de un coche
son muy altas y pueden provocar un golpe de calor.

En definitiva, la prevención es la mejor manera para evitar riesgos innecesarios y poder disfrutar del verano.