El pasado martes, los empleados del Cementerio Municipal de Utrera se encontraron al abrir las instalaciones que se habían profanado 20 sepulturas entre nichos y osarios y que, además del destrozo de todas las lápidas, en algunos casos se habían llegado a sacar restos de las sepulturas.

Se dio aviso inmediatamente a la Guardia Civil que se ha hecho cargo de la investigación a través de la Policía Judicial. La jueza se personó en el camposanto y, al comprobar que ninguno de los restos que se han profanado habían sido mezclados con otros y se mantuvieron al lado de su sepultura ordenó que volviesen a ser depositados en sus tumbas y se volvieran a cerrar.

Los enterramientos afectados son los que están en las primera y segunda líneas a partir del suelo, en los patios de San Francisco y San José.

El Cementerio Municipal permaneció cerrado al público durante toda la jornada del martes. La Guardia Civil ha recogido muestras esta mañana de huellas dactilares y otros restos que servirán para la investigación.

La delegada de Cementerio, Consuelo Navarro, ha señalado que se contactó con los familiares, “tarea que no resultó del todo sencilla ya que algunos teléfonos ya no existían, pero a mediodía todas las familias habían sido avisadas”.

Navarro asegura que los restos no sufrieron ningún tipo de daño y pidió a las familias tranquilidad en ese sentido. La delegada manifestó su deseo “de que la investigación permita identificar a quienes han cometido un acto tan terrible y sin ningún sentido más allá que el de hacer daño a los sentimientos de las familias afectadas y de cualquier persona. Es algo incalificable y esperamos que puedan ser detenidos y que la justica se ocupe de ellos”.