El Paseo de Caballos es uno de los grandes atractivos de la Feria de Consolación, reuniendo cada día a un buen número de jinetes y carruajes en el recinto ferial. Consciente de la importancia que tiene esta tradición, el consistorio ha reforzado las medidas para garantizar tanto la seguridad de los participantes como el bienestar de los animales, que son parte esencial del ambiente y la imagen de la Feria.

La delegada de Sanidad, Consuelo Navarro, subraya que “es muy importante velar por la seguridad de todos durante las fiestas, entre ellos de los propios animales, que deben ser atendidos y mantenidos en perfectas condiciones y no ser sometidos a ningún tipo de abuso o comportamiento incorrecto que, en caso de producirse conllevará la sanción correspondientes porque estamos muy atentos a cualquier comportamiento de este tipo”.

Controles y vigilancia permanente

El acceso de caballos y carruajes al recinto está estrictamente regulado: solo se permite la entrada de aquellos que se encuentren debidamente registrados y cuenten con la correspondiente licencia. Para garantizarlo, durante la Feria se realizan controles periódicos y aleatorios para comprobar la identificación de los animales mediante microchip, el índice de alcoholemia de jinetes y cocheros y el estado de salud de los caballos.

Además, el Ayuntamiento dispone de un veterinario en el propio recinto ferial durante el horario del Paseo (de 12:00 a 20:00 horas), así como un Área Veterinaria situada en la calle Martinete, dentro de la zona de emergencias, para atender cualquier incidencia. También se han habilitado dos abrevaderos en la calle Tanguillo, cerca de la portada.

Recomendaciones para el cuidado animal

El responsable directo de su salud y el bienestar del animal es el propietario o poseedor del caballo y, por supuesto, está prohibida la presencia de animales en mal estado físico o que no estén correctamente identificados.

Además, existen una serie de recomendaciones que deben tenerse en cuenta diariamente para la salud y bienestar del caballo, como darles agua cada 3 horas (entre 30 y 40 litros diarios), suministrarle alimento con fibra cada 3-4 horas (unos 10 kilos diarios), proporcionarle heno dos veces al día. facilitar zonas de sombra para el descanso., revisar cascos y herrajes antes y durante la feria, comprobar la ausencia de lesiones, rozaduras o comportamientos extraños y garantizar un alojamiento cómodo y adecuado al finalizar la jornada.

Un compromiso con el respeto y la tradición

El Ayuntamiento hace un llamamiento a caballistas, cocheros y propietarios para que cumplan con las normas y recomendaciones establecidas. Solo así se puede disfrutar de un Paseo de Caballos que combine la belleza de la tradición con el respeto absoluto a los animales, evitando abusos y promoviendo una convivencia responsable.

El caballo es símbolo de nuestra Feria y forma parte de su identidad. Cuidarlo y garantizar su bienestar es también una manera de honrar nuestras raíces y de asegurar que la Feria se viva con alegría, respeto y responsabilidad”, concluyó Navarro.