Muy probablemente los ciudadanos hayan comenzado a familiarizarse con el término zona de bajas emisiones, pero quizá no tengan muy claro qué es y, sobretodo, de qué manera nos afectará a todos cuando se implante definitivamente en nuestra ciudad.

El Gobierno de la nación aprobó en diciembre de 2022 el real decreto que regula las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), unas áreas que deberán establecerse en las ciudades de más de 50.000 habitantes (caso de Utrera) a las que se restringe el paso de los vehículos más contaminantes para reducir la polución de cara a 2030.

Por tanto, la misión de las Zonas de Bajas Emisiones es reducir la contaminación ambiental, preservar y mejorar la calidad del aire y la salud pública, disminuir los niveles de contaminación de la ciudad hasta los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cumplir los valores límites de calidad del aire legalmente establecidos.

En este sentido, es importante resaltar que, según la lectura que se viene haciendo a través de los sensores medioambientales instalados en distintos puntos de la ciudad, “Utrera no supera en ninguna de las zonas los valores de contaminación, podemos decir que estamos en verde, pero lo importante es preservar esos niveles y mantener la calidad de nuestro aire”, señala José Luis

Sousa, delegado de Nuevas Tecnologías, delegación que, junto con las de Medioambiente y Movilidad, está llevando a cabo el proyecto en Utrera.

Los objetivos más concretos para la ZBE a nivel nacional, están recogidos en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Es en este texto en el que se establecen las medidas que deben tomar las ciudades de más de 50.000 habitantes para reducir las emisiones contaminantes en el transporte, y la creación de bajas emisiones es una de ellas.

Esta medida representará una mejora de la calidad de vida para los 51.718 habitantes en Utrera y su área de influencia.

La puesta en marcha de esta iniciativa medioambiental no es fácil porque, la gestión de la ZBE propone la instalación y puesta en marcha de un sistema de control de estas zonas que controlará todo el equipamiento (cámaras, comunicaciones, estaciones medioambientales, etc.) que ya están en funcionamiento. Estos sistemas tecnológicos estarán acompañados de medidas de ordenación del espacio público y de los elementos que conforman la movilidad urbana es decir, la regulación de la ZBE se integrará en la normativa municipal de movilidad.

Según el delegado de Nuevas Tecnologías, José Luis Sousa, en estos momentos se están ultimando detalles para la puesta en funcionamiento de estas zonas en los próximos meses. Con respecto a las condiciones para que los vehículos puedan acceder a estos espacios, según el concejal, “dado que la situación de nuestra ciudad no es especialmente problemática en cuanto a la calidad del aire, vamos a tratar de que las medidas que se pongan en marcha sean las más acordes con esta situación, es decir, que se cumpla la normativa al respecto pero que los ciudadanos tengan la menor incidencia posible en cuanto a las restricciones”.

En cuanto a los vehículos que tendrán el acceso restringido, dentro de las posibilidades que establece la norma, “se tratará igualmente de ser lo más flexible posible respetando, por supuesto, lo que recoja la ley a este respecto”.