El gobierno municipal ha decidido desechar el proyecto existente para la reurbanización de Mª Auxiliadora y San Juan Bosco, al tratarse de “un proyecto inviable que no ha tenido en cuenta las necesidades reales ni de los vecinos ni de la ciudad, parece que está destinado a generar problemas en lugar de solucionarlos”, ha señalado el concejal de Obras e Infraestructuras, José A. López León.

Y es que las obras, que se iniciaron poco antes de las pasadas elecciones, en febrero de 2023, a pesar de que estaban anunciadas desde 2021, llevan todos estos meses siendo un verdadero suplicio para los vecinos del entorno, y pasaron a serlo también para el gobierno de Jiménez desde que llegó a la alcaldía.

El proyecto de la que se puede considerar la arteria principal sobre la que se desarrolla y distribuye la mayor parte del tráfico de vehículos, fue la zona elegida en el anterior mandato para el proyecto de Bajas Emisiones, subvencionado con los fondos europeos Next Generation, que suponían un total de 2,3 millones procedentes de esos fondos y otros casi 2 millones que aportaba el consistorio, en total 4,2 millones de euros para unas obras que se acometerían en distintas fases.

Uno de los principales problemas que llevaba parejo este proyecto era la desaparición de 175 plazas de aparcamiento, lo que había provocado el malestar de los vecinos y comerciantes de la zona. “Unos porque no entendían qué es lo que el ayuntamiento esperaba que hicieran los ciudadanos con sus coches y dónde se supone que tendrían que ir para aparcar y, los establecimientos porque consideraban que todo el comercio de la zona se vería afectado muy negativamente puesto que, al desaparecer casi la práctica totalidad de los aparcamientos, los potenciales clientes dejarían de acudir a unos establecimientos que les generaban este problema”, afirma León.

El cambio radical que se pretendía llevar a cabo tanto en San Juan Bosco como en Mª Auxiliadora, no se correspondía ni con las necesidades de la zona y, menos aun con vincular esta vía principal del tráfico a la Zona de Bajas Emisiones, convirtiéndola solo en una travesía en la que la gente no podría detenerse porque no se podría aparcar.

Otro de los grandes problemas suscitados con estas obras es que se espera hacer una inversión de más de 4 millones de euros, sin saber en qué estado se encuentran las conducciones de saneamiento, “ya que todo el dinero era para ejecutar obras en superficie”.

Precisamente éste ha sido uno de los grandes problemas, al romperse parte de las conducciones al comienzo de la obra y comprobarse que el proyecto no contemplaba siquiera la situación de las canalizaciones, no sabían ni por dónde discurrían, se ha tenido que realizar una inversión de 600.000 euros, para la que el ayuntamiento ha debido buscar la financiación porque el dinero de la subvención no se puede destinar a este fin.

Además, para la propia empresa adjudicataria todo esto ha supuesto un conflicto “porque no existía ningún proyecto para el tema de canalizaciones y, además, las obras que se le habían adjudicado no se correspondían con las que ha habido que acometer para el arreglo”. Según López León, resolver todas estas cuestiones implica unos procedimientos administrativos que no han sido nada fáciles, pero ya se ha resuelto el contrato con la empresa adjudicataria, para que el Ayuntamiento pueda hacerse cargo de las obras, algo que hasta ahora era imposible.

En este sentido, se está ultimando y se licitará en breve un Proyecto de Emergencia, con el que se adecuarán y arreglarán los accesos, se repondrán vados y pasos de peatones, se asfaltará y se eliminarán baches y cualquier otra situación que pueda generar peligro.

Independientemente de estas obras de emergencia, se va a elaborar un nuevo proyecto para acometer el arreglo de Mª Auxiliadora y San Juan Bosco, de acuerdo a la realidad y necesidades de la zona, preservando los espacios disponibles actualmente para zonas de comercio y establecimientos hosteleros y terrazas.

Se mantendrán los estacionamientos, con un proyecto mejorado que aúne las necesidades de los peatones, pero también del tráfico rodado, y las zonas comerciales, permitiendo que los ciudadanos puedan aparcar en las zonas habilitadas para ello. Los trabajos se realizarán por fases y se contemplará también una actuación paisajística que mejore la visión del entorno, las zonas de esparcimiento y zonas verdes.

El responsable de Obras señala que “entendemos el enfado y la desesperación de los vecinos que llevan mucho tiempo soportando una situación de la que no tienen culpa”. Afirma que se intentará acortar los plazos lo máximo posible, teniendo en cuenta lo que supone la elaboración de los proyectos y su posterior adjudicación