La situación en la que se encuentra parte del patrimonio cultural utrerano, da idea de lo poco que éste se ha cuidado en los últimos años en los que, prácticamente, lo que se ha hecho es un lavado de cara en los casos en los que realmente se ha realizado alguna actuación.

Uno de los ejemplos de ese deterioro es el Teatro Municipal “Enrique de la Cuadra”, en el que son muchos los desperfectos y algunos se han convertido en algo más grave como consecuencia de la nula atención. Así lo ha confirmado el alcalde, Francisco Jiménez, en el transcurso de una visita realizada en estos días precisamente para conocer el estado de las instalaciones. Según Jiménez, durante los últimos años no se ha cuidado nada este  teatro, que fue construido por Enrique de la Cuadra hace más de 140 años como un regalo a su mujer para que ella pudiera disfrutar de representaciones teatrales y conciertos.

Una de las actuaciones que se habrán de acometer es el tapizado de los asientos del patio de butacas, que presenta un gran deterioro y que debería haberse arreglado hace bastante tiempo ya, por lo que en este mes se espera disponer ya del presupuesto para su reparación. Pero no es la única intervención que hay que hacer en el Teatro Municipal, porque también hay que restaurar la madera de los pasamanos, el zócalo exterior del edificio, así como actuar en materia de accesibilidad con la instalación de un ascensor, la adecuación de los aseos y la retirada de escalones en las entradas, entre otras.

La mejora del Teatro Municipal se ha iniciado con la renovación de los equipos de óptica existentes, con la compra de un videoproyector de 8.000 lúmenes y de una lente de gran angular para mejorar en este campo las condiciones de  visualización del teatro. La inversión ha sido de 7.276 euros.

El alcalde recuerda cómo por parte del anterior gobierno se hablaba de superávit de 18 millones de euros, “pero cuando vemos cosas como el teatro y otros espacios abandonados o sin terminar, cuesta trabajo entender en qué se empleaba el presupuesto en Cultura y los famosos supuestos superávits”.

En este sentido, no hay que olvidar que en los ocho últimos años no se ha hecho nada con el edificio para el Museo de la Ciudad, que se ha deteriorado significativamente.

La adecuación del interior de la Casa Surga, con infinidad de carencias en el auditorio, donde no existe climatización ni está insonorizado para un correcto desarrollo de actividades culturales, o el Castillo que tampoco ha avanzado en este tiempo. Sin olvidar el destrozo efectuado en la antigua oficina de turismo.

Todos estos proyectos están siendo ahora gestionados por la delegada de Cultura, Mª José García Arroyo, que ya está trabajando en cada uno de ellos. Este trabajo se podrá ver en Semana Santa, fecha en la que se espera descubrir la fachada de la Casa Surga que lleva más de dos años cubierta y con andamiaje, lo que ha provocado que la última restauración no haya servido de nada y haya que ejecutarla otra vez. En el caso del Museo, se quiere disponer cuanto antes de la rehabilitación del jardín del edificio para poder usarse para pequeñas audiciones al aire libre, mientras se continúa trabajando en el resto del inmueble.

Además, se quiere continuar con la puesta en valor de la sinagoga, que necesita una importante inversión para colocar la cubierta.

Resulta llamativo que, un proyecto que lideró el anterior gobierno y anunció en 2016 como un proyecto que se iba a ver de manera inminente, es el denominado Museo de Esculturas al aire libre, del que a fecha de hoy no se ha hecho absolutamente nada y ni siquiera se han terminado de pagar las esculturas a los autores.

 

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