El proyecto de rehabilitación integral de la Casa de la Cultura podrá ejecutarse finalmente, una vez obtenidas todas las autorizaciones de los órganos y entidades competentes, y tras la aprobación definitiva en la Junta de Gobierno Local del pasado 4 de julio.

El proyecto contempla una reforma integral del edificio, con especial atención a la mejora de la eficiencia energética, que permitirá una reducción del consumo estimada, inicialmente, en un 60%. Por su parte, se actuará en diversos frentes, sustitución de la carpintería exterior, mejora del aislamiento, eliminación de las cubiertas de uralita, instalación de una montera sobre el patio central y cerramientos interiores, entre otras medidas.

Además, se garantizará la accesibilidad mediante la creación de un nuevo acceso por la calle Antón Quebrado, dada la imposibilidad de adaptar el actual acceso desde la calle Rodrigo Caro por su pronunciada pendiente.

El delegado de Obras, J. Antonio León, ha señalado que, con esta actuación “volveremos a poner a la altura de nuestra ciudad otro de los edificios más representativos del patrimonio de Utrera”.

La intervención del actual gobierno salva una inversión clave

La actuación, gestionada por la delegación de Reactivación Económica del Ayuntamiento de Utrera, ha requerido un intenso trabajo técnico y administrativo con el fin de adaptar el proyecto inicial a los requisitos legales y patrimoniales. Esta labor ha resultado esencial para asegurar la conservación de la subvención concedida dentro del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP), financiado con fondos europeos Next Generation, a través de el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.

El proyecto cuenta con una inversión total de 1.555.854 euros, de los cuales 951.837 euros provienen de la financiación europea, mientras que el Ayuntamiento de Utrera aportará 604.017 euros de fondos propios.

La delegada del área, Isabel González, ha recordado que “hemos tenido que renegociar y modificar el documento inicial porque, en las condiciones en las que fue planteado por el anterior gobierno local, era inviable ejecutarlo. Si no lo hubiéramos reformulado conforme a las exigencias legales y patrimoniales actuales, habríamos perdido una subvención”.

En este sentido, la delegada ha señalado que una de las principales modificaciones tuvo que ver con la previsión inicial de instalar placas solares para reducir el consumo energético. Sin embargo, al tratarse la Casa de la Cultura de un inmueble con características singulares, ubicado además en un entorno declarado Bien de Interés Cultural (BIC), tanto la Comisión de Cultura de la Junta de Andalucía como la Comisión Local de Patrimonio Histórico debían emitir su aprobación, “cosa que no hacían porque la instalación de placas solares y otros elementos del proyecto original no se consideraban compatibles ni con la calificación del edificio ni con el entorno en el que se encuentra”.