Se trata de una adaptación desde una visión más feminista que surge de la mano de Lola Blasco y que resultará una apuesta segura para el espectador

Este viernes día 12 a las 20:30 horas podremos disfrutar en el escenario del Teatro Enrique de la Cuadra de esta adaptación que sigue un texto libre, basado en la famosa obra teatral del granadino. Pepa Gamboa ha sido la encargada de dirigir este montaje, que cuenta con María León como protagonista. Además, aparte de León, también se encuentran en el reparto Jorge Monje, Lucía Espín, Mari Paz Sayago, Diego Garrido y la propia Gamboa.

La pasión de Yerma es una revisión de la obra original de Federico García Lorca, que reivindica la figura de su protagonista en un manto de libertad y comprensión. Por tanto, otorga unos prismas distintos a esa profundidad más feminista, alejándose de una obsesión maternal que ya hablaba de la visión de la mujer de antaño. Por lo que, es una evolución de lo ya denunciado por Lorca. Además, su elenco está soberbio, con una María León natural y sin adornos, que se enraiza en la escena. Junto a ella, Mari Paz Sayago, que está excelente. Por otro lado, la puesta en escena es cautivadora, atrayente y simbólica, donde esa conjunción de imagen y sonido deja un resultado sugerente. Una Yerma que se vacía para llenar las entrañas teatrales de su mensaje embriagador.

El eterno e inabarcable Federico García Lorca puso sobre la mesa los temas más contemporáneos que siguen corroyendo la naturaleza humana. No sobran sin embargo adaptaciones como la de Lola Blasco para encajar esos grandes pilares en la realidad actual de nuestra sociedad, con nuestros miedos, machismos, homofobias encubiertas, en un contexto pareciera moderno pero que sigue lidiando, en silencio o a voz en grito, con las mismas quejas y carencias. En esta propuesta, sobresaliente de los Teatros del Canal, se consigue ese equilibrio perfecto entre dramaturgia, memoria y frescura de lo contemporáneo; contando con ese elenco de excepción. Esa tensión de los matrimonios corroídos por los celos incomprensibles, por la preponderancia de la figura masculina y el sufrimiento silencioso de la mujer atraviesan el argumento, con una escena viva, que juega con la sencillez y la propuesta de recursos alternativos (¿quién ha visto alguna vez una lavadora en pleno centrifugado en medio de una función?).

Las entradas tienen un precio de 15 euros y están como siempre disponibles en la plataforma www.giglon.com