El Alcalde de Utrera y el arquitecto encargado del proyecto han presentado esta mañana el proyecto de recuperación sostenible de la Casa Surga, cuya obra se va a realizar a lo largo de 2018.

La puesta en valor y recuperación de la Casa Surga se va llevar a cabo a través de estrategias sostenibles con muy poco impacto ambiental. Van a predominar los sistemas ligeros, de rápido montaje, reversibles y reutilizables como el escenario del Teatro Romano de Itálica.

José María Villalobos ha recordado a los equipos de gobierno que sacaron adelante grandes espacios culturales para Utrera como la Casa de la Cultura, Teatro y Biblioteca Municipal, uno por década. Así, ha destacado que «Utrera sigue teniendo un déficit de instalaciones culturales, tenemos problemas a la hora de hacer exposiciones de cierto tamaño. En ese sentido, la Casa Surga es un lugar perfecto para poder suplir esta carencia». Asimismo, ha declarado «también necesitamos un espacio de representación más pequeño que el Teatro Municipal para derivar algunos espectáculos que no necesitan un auditorio de 500 plazas». Por lo tanto, en la Casa Surga se podrán plantear acciones expositivas, creativas y escénicas. 

Así, el alcalde dice que «estamos planteando varias opciones de uso, todas relacionadas con usos culturales y artísticos donde el Flamenco tendrá seguramente un lugar predominante».

Descripción del proyecto

La nueva Casa Surga contará con la primera crujía que podrá ser usada como sala de exposiciones, a lo que se suma un espacio multifuncional cubierto en el interior del patio principal construido con estructura ligera y de rápido montaje. El material usado para el techo de esta zona es ETFE, el mismo, el mismo que recubre el estadio Allianz Arena del Bayern de Múnich.

Entrando por la calle Ramón y Cajal se ubicará un módulo de recepción desde donde se orientará e informará a los visitantes, e incluso, se podrá añadir material audiovisual como complemento a las actividades que se realicen. Además, el edificio contará con un ascensor hidráulico montado en el interior de una cápsula transparente, un modulo de aseos adaptado para los usuarios y galerías de conexión entre los elementos que podrán ser abiertas o cerradas en función de la época del año.

En el patio trasero se ubicará un pequeño auditorio para 199 ocupantes sentados, también totalmente reversible y recuperable. Estará cubierto con una membrana textil tensada guiada por una estructura de acero, con la posibilidad de eliminar parte del cerramiento en los meses de verano y que se muestre como una solución de cubierta más abierta.

El proyecto incide en la puesta en uso de los espacios existentes intentando recuperar, con tecnología contemporánea, el espacio en sí y evitar una rehabilitación que tendría un coste diez veces mayor (cinco millones de euros) que el que se va a ejecutar. De este modo, toda la intervención que se plantea será de carácter reversible, con recuperabilidad total sin alterar o plantear ningún tipo de huella evidente con las edificaciones existentes. Es decir, en un futuro las instalaciones se podrán usar para otro equipamiento en Utrera si fuese necesario.

El proyecto también incluye un estudio de temperaturas e iluminación consiguiendo un sistema mediante lamas de protección solar, un nivel de sombra generalizado en verano y la entrada de sol en invierno. Esto hace que el impacto medioambiental sea mínimo.

El proyecto ha sido redactado por el estudio de arquitectura Nd_arquitectos, encargado de algunos proyectos relevantes como el escenario del Teatro Romano de Itálica. El presupuesto de ejecución es de 500.000 euros y la ejecución del proyecto 6 meses.

Un edificio con mucha historia

Estado actual de la Casa Surga en el interior

Según el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, la Casa Surga es el modelo de casa típica sevillana compuesta de casa principal o señorío y casa de labor y está fechada en 1783. Fue construida por Francisco Fernández de Abauza, según el estilo barroco sevillano. En 1977 fue declarada Monumento Histórico Nacional, el segundo monumento de Utrera tras el Santuario.

La portada, una de las más ricas de todo el pueblo, está labrada en piedra martelilla muy porosa, utilizando elementos constructivos y motivos ornamentales que recuerdan a las empleadas en los monumentos de la capital. Tiene un sobrado en forma de mirador con arquería de medio punto sobre pilastras, ocupa todo el ala del edificio. Las pilastras conservan restos de su primitiva decoración pictórica; sus seis ventanas de mucho vuelo se adornan con guarnición de una faja resaltante. 

A todo ello hay que añadir el interesante trazado de su planta; el patio, como centro de la composición, con columnas de mármol y arcos de medio punto con motivos ornamentales de gran interés, así como los que forman el jambeado de los huecos de las bóvedas, hay que resaltar la colección de puertas casetonadas con rica peinacería y los techos rasos con interesantes trabajos de yesería. Desde el zaguán, y por entrada acodada, se pasa al patio principal, que es la nota esencial de toda casa sevillana. 

En la crujía de la fachada a la calle María Auxiliadora, va la escalera que conduce a la planta noble; esta escalera es una importante construcción dentro de la casa, siguiéndo la tradición mudéjar de no estar situada frente a la puerta de entrada, a pesar de tratarse de una obra del siglo XVIII. 
Actualmente, la casa ha sido víctima del abandono desde hace décadas, del expolio y el deterioro, llegando a un estado ruinoso. A día de hoy, lo único que se conserva es la primera crujía.