Sandra Gómez: Podemos definir este proceso de interculturalidad como una simbiosis mutualista, ya que mejora nuestra actitud biológica comunitaria. 

El pasado sábado 17 de Junio, la Delegación de Participación Ciudadana encabezada por la edil de Izquierda Unida Sandra Gómez organizó en nuestra localidad el I Festival de la Luna Mora, evento a través del cual que nuestros vecinos pudieron conocer de primera mano y en un ambiente lúdico-festivo gran parte de las tradiciones étnicas y culturales de nuestros vecinos musulmanes.

La jornada, que transcurrió en un tono de cordialidad y familiaridad, sirvió como fiel reflejo de la convivencia e integración intercultural a la que nos debemos como sociedad moderna. En medio de un ambiente colorido y habiéndose ataviado el lugar con la decoración propia de estos países, los vecinos pudieron deleitarse con la recreación de un zoco o típico mercadillo al aire libre, degustar el famoso té con pastas o realizarse tatuajes de henna (un tinte natural obtenido a partir del triturado de hojas secas de la Lawsonia inermis, una planta oriunda de Oriente Medio y el norte de África). Para animar la sesión, se desarrollaron diversos espectáculos musicales y actuaciones, destacando sobremanera la popularmente conocida danza del vientre.

A este respecto, Sandra Gómez ha valorado como muy positiva la experiencia resultante de implantar este tipo de iniciativas en nuestra localidad, desarrolladas por entero por artistas y artesanos locales. Igualmente, alegó que este festival “ayuda a incorporar mecanismos de cohesión social que refuerzan las alianzas para el desarrollo de las naciones menos favorecidas, apoyándose en factores de intercambio cultural y en la visión de conjunto de un mismo problema o situación. En otras palabras, las ventajas de fomentar espacios de interculturalidad refuerzan la convivencia más abierta de otras culturales en el seno de la que consideramos propia, la denominada occidental.” Por si fuera poco, “todas estas sinergias derivan en una situación de ayuda, reciprocidad y cooperación mutua sin un dominador de la situación. En términos biológicos, podemos definir este proceso de interculturalidad como una simbiosis mutualista, ya que mejora incluso nuestra actitud biológica comunitaria”.