El estudio ha mostrado un único cuerpo que presenta una serie de características que pueden ser las de un represaliado por el golpe de Estado de 1936.

El Ayuntamiento tiene una necesidad apremiante de construir nuevos nichos en el Cementerio Municipal para poder seguir efectuando enterramientos, tanto para los nuevos enterramientos como para el traslado temporal de los nichos adyacentes a la capilla, la cual hay que restaurar. Esa necesidad choca con la sensibilidad de los familiares de los represaliados por la Guerra Civil en Utrera y con las asociaciones memorialistas ya que la única zona donde se pueden seguir construyendo nichos cabía la posibilidad de que se localizase una fosa común. Dicha posibilidad ha sido descartada por lo que la construcción de nichos podrá seguir adelante sin comprometer la Memoria Histórica. Vicente Llorca, delegado de Cementerio, ha explicado que «para este equipo de gobierno es muy importante el respeto a las dos sensibilidades, tanto el de los enterramientos como el de la Memoria Histórica».

En febrero de 2017, se realizó una prospección con radar de subsuelo en aquellas áreas donde las investigaciones llevadas a cabo por historiadores locales, indicaban la existencia de fosas comunes que albergaban los cuerpos de utreranos represaliados a consecuencia del golpe de Estado de 1936.

El estudio indicaba textualmente que «no se aprecian patrones en los radargramas que pudieran llevar a pensar en la existencia de una excavación que se relacionara con una fosa común en la mayoría de la parcela de esta zona», aunque apuntaba la posibilidad de la existencia de una fosa común en el Patio de San Francisco, en un sector lindero a los cuerpos de nichos proyectados por el Ayuntamiento.

A lo largo de la segunda quincena de julio el Ayuntamiento de Utrera ha vuelto a intervenir en el cementerio en su empeño por no comprometer una futura localización de las fosas de represaliados y ha llevado a cabo una serie de catas arqueológicas en la zona donde está proyectada la construcción de nuevos bloques de nichos, al objeto de descartar fehacientemente en el área la existencia de fosas comunes.

Llorca ha informado que «la investigación se ha articulado por los métodos y técnicas desarrollados por la disciplina arqueológica y por la antropología forense, siguiendo la legislación en vigor y los protocolos internacionales de exhumaciones de fosas clandestinas». Además fue puesto en conocimiento de la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía que estuvo informada en todo momento de las actuaciones realizadas por parte del Ayuntamiento de Utrera.

La intervención arqueológica llevada a cabo, con la ejecución de 9 zanjas, ha descartado la existencia de la fosa común indicada, aunque en la zona ha tenido lugar la aparición de un único individuo cuyas características parecen responder a la de un represaliado. Vicente Llorca, delegado de Cementerio, ha declarado que «se pueden seguir construyendo cuerpos de nichos sin problemas en el patio San Francisco ya que no compromete la búsqueda y localización de una supuesta fosa común». Además, «este hallazgo motiva que el Ayuntamiento empiece a buscar las fosas en otras zonas del cementerio».

El hallazgo de un posible represaliado

La investigación llevada a cabo en el Cementerio Municipal ha dado como resultado el hallazgo de un cuerpo que presenta una serie de características no acordes como un enterramiento normalizado. A saber, la orientación del cuerpo no sigue la de los ejes predefinidos por los caminos que articulan el patio de San Francisco; se trata de un individuo adulto, en decúbito prono, una posición no ritualizada y sin ataúd. Así, el informe especifica que tales características «nos indican que puede corresponder con algún episodio criminal relacionado con las llegada de las tropas golpistas el 26 de julio de 1936 y días o meses posteriores».

El cuerpo ha sido protegido y señalizado, al tiempo que todas las áreas intervenidas han sido repuestas a su estado antes del inicio de la intervención. El informe solicita la exhumación de dichos restos para valorar si se trata realmente de un represaliado.

Nuevas actuaciones

El pasado 1 de agosto, se publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía una relación de futuras actuaciones en fosas comunes, entre las que se incluye Utrera. Las actuaciones propuestas contemplan desde la indagación y la investigación histórica, la localización y señalización de espacios que pudieran albergar fosas comunes, hasta la exhumación y estudio antropológico de los restos y análisis genético que pudiera posibilitar su identificación, en caso de que fueran localizadas las fosas.

El portavoz municipal, Paco Campanario, ha anunciado que el Ayuntamiento va proponer a la Dirección General de Memoria Democrátiva liderar la búsqueda de las fosas comunes. «Las investigaciones geológicas y arqueológicas han descartado que se encontrase en la zona donde siempre se ha dicho que podía estar, aunque siempre con escaso aporte documental y testimonios contradictorios». Es por eso que asegura que «a partir de ahora, el Ayuntamiento va a tratar de localizar los restos de represaliados en los actos criminales de julio de 1936 y esperamos que algún día los cientos de asesinados puedan ser enterrados dignamente».

Las actuaciones van a ser coordinadas con la Dirección General de Memoria Democrática, con las asociaciones memorialistas y con los familiares de los represaliados. Campanario ha declarado que los haremos «siempre, como no puede ser de otra forma, de acuerdo a la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía aprobada por el Parlamento de Andalucía». Además, ha añadido que «queremos que Utrera sea ejemplo de la aplicación de dicha ley».

Por último, Campanario ha querido agradecer el trabajo de la arqueóloga Inmaculada Carrasco por lo que ha destacado su «profesionalidad». Así, tampoco ha dejado pasar la oportunidad de destacar la «entrega y disposición del arqueólogo Juan Luis Castro que, de forma altruista, ha estado en todo el proceso ayudando y colaborando con los trabajos arqueológicos,  esperando en breve poder hacérselo saber personalmente».