El propietario de un perro que mordió a dos personas (una joven de 18 años y una niña de 11) fue denunciado por tres conceptos distintos.  En primer lugar por dejar al perro suelto o no adoptar las medidas necesarias para evitar escapadas del mismo; en segundo lugar por tenerlo sin bozal; y por último por carecer de la licencia de posesión del mismo, ya que se trata de un perro de raza potencialmente peligrosa.

Las dos personas, que resultaron ser tía y sobrina fueron atacadas por el perro cuando paseaban por la localidad, teniendo que ser atendidas en el Hospital de Utrera por las heridas que sufrieron.

Una vez puestos los hechos ocurridos en conocimiento de la Policía Local, estos localizaron al propietario del citado animal y le solicitaron la documentación correspondientes, a lo que el propietario contestó que no tenía ninguna documentación del mismo y que solo sabía que la raza del mismo era un cruce entre Boxer y Pitt bull Terrier.

Como consecuencia de esto, además de proceder a denunciar al propietario del perro la Policía Local gestionó la guarda y custodia del animal en un lugar adecuado para casos como estos, haciéndose cargo del mismo el Centro Canino con el que el Ayuntamiento de Utrera tiene concertado el acuerdo.