La exposición del pintor Patricio Cabrera Aquí hay dragones puede contemplarse desde esta noche en la Sala de Exposiciones Diego Neyra de la Casa de la Cultura

La exposición consiste en una muestra retrospectiva de su obra, con dibujos y pinturas datados en 1994 y 2018, si bien tienen especial protagonismo sus creaciones más recientes. Aquí hay dragones lleva al espectador a paisajes inexplorados, salvajes, indómitos, a los bajos fondo del subconsciente, donde habitan lo fantástico y lo imaginario, la naturaleza y la cultura popular. Ahí, entre otras cosas, está la visible huella del surrealismo en Patricio Cabrera. Ahí y en su voluntad de «disolver la identidad al principio del placer», como sugiere Yñiguez en el texto de la exposición.

Aquí y ahora, la pintura ofrece la ventaja de mostrar, porque muestra y muestra de manera determinante, no como la función enunciativa del habla, que dice sin demostrar; nada puede afirmar, aunque afirme lo que sea y, ante los cuadros, muestra su incapacidad fantasmal. De ahí la risa de Patricio Cabrera en Los conocedores, la fábula pintada por Curro González, que nos dice: atención, no perded palabra, que nos vamos a divertir.

La trayectoria de Patricio Cabrera empieza en los ochenta, pintando bodegones al modo expresionista de entonces, pero en alguno ya aparecían indicios de lo que serían sus obras posteriores. En uno de 1983 que estuvo en su primera exposición individual en la galería Melchor en 1984, además del autorretrato parcial y la figura del caballete como retrato interpuesto, se aprecian diferentes escenas con diversos puntos de vistas conformando un espacio fragmentado pero complementario. Asimismo, los pescados del bodegón de la parte inferior derecha cobran vida propia, se convierten en peces, aunque sean esquemáticos, y se escapan de la naturaleza muerta para nadar por la tela. Aparecerán otros peces nadando libremente en obras muy posteriores del artista, indicando que el cuadro es algo tan complejo como el mundo y que no se puede reducir a un vistazo, sino que todo lo que acontece en el cuadro, como en la vida, aparece urdido, imbricado y en proceso de cambio. Muy poco después de los bodegones, encontró el paisaje.

Casi todos los críticos y conocedores insistimos en su relación con el paisaje, relación que aún se mantiene. El paisaje es mucho más que el género codificado por los pintores de vistas holandeses, y que en el romanticismo dio cabida a la proyección psíquica del artista como reflejo de su relación con la naturaleza.

La exposición se inaugura hoy viernes 28 de septiembre y estará abierta hasta el 21 de octubre. El horario es de 11:00 a 13:00 horas por las mañana y de 18:00 a 21:00 horas por las tardes.