El próximo lunes 29 de enero, con motivo del Día Escolar de la No Violencia y la Paz, se celebra la II Marcha  Solidaria a beneficio de la Fundación Vicente Ferrer que tiene como  objetivo recaudar fondos para la construcción de una escuela en Nagaradona (Adoni, India).

Es el segundo proyecto de estas características que hacen los escolares utreranos a través de la Fundación Vicente Ferrer. El 9 de junio del año pasado tuvo lugar la I Marcha Solidaria en la que se recaudaron unos 3.000 euros con los que se construyó una escuela en Rudrampalli.

En esta ocasión la marcha partirá a las 12 de la mañana desde la Plaza del Altozano,  donde se celebrará un pequeño acto simbólico y luego los escolares de Utrera marcharán por las calles Virgen de Consolación, María Auxiliadora, Ramón y Cajal, Clemente de la Cuadra finalizando en el Ayuntamiento.

En la II Marcha van a participar los colegios Juan Antonio Velasco, Maruja de Quinta, Coca de la Piñera, Tierno Galván, la Fontanilla, Sagrada Familia, Sagrado Corazón, Salesianas, Rodrigo Caro y Álvarez Quintero. Los colegios Al-Ándalus y Nuestra Señora de las Veredas también colaboran con el proyecto además de las empresas El Cohete Amarillo, Informática Actual e Impresión León.

Violeta Fernández, delegada de Educación, ha declarado que «es uno de los proyectos más bonitos que se han hecho en Utrera y que los niños y niñas han disfrutado más, ya que han visto cómo gracias a un pequeño esfuerzo se ha construido una escuela en la India».

Fundación Vicente Ferrer

El acceso a la educación es la base fundamental para el progreso y el desarrollo de una comunidad, pero desgraciadamente una gran proporción de la población mundial no tiene la posibilidad de realizarlo. En Andhra Pradesh (India), la Fundación Vicente Ferrer trabaja con comunidades rurales socialmente discriminadas y excluidas por el sistema de castas hindú, cuyos niños y niñas disponen de unas condiciones de vida menos favorables para el estudio que los de otras castas superiores, lo que les provoca problemas de adaptación al sistema educativo y el subsiguiente fracaso escolar.

Para estos niños y niñas disponer de una escuela complementaria en su aldea supone poder recibir el apoyo necesario para poder seguir sus estudios en las escuelas gubernamentales, fomentando así su integración social. Significa poder acceder en igualdad de oportunidades a la educación y, en definitiva, la oportunidad de un futuro mejor.