Los hechos tuvieron lugar en la barriada El Junquillo y la Policía Local actuó a requerimiento de los vecinos.

La Policía Local recibió la llamada de un vecino de la barriada El Junquillo alertando que la dueña de un perro de raza potencialmente peligroso estaba suelto y sin custodiar. Los agentes se personaron en el lugar e identificaron al can a través de la lectura de su microchip, comprobando que no había recibido las vacunaciones y tratamientos obligatorios previstos en la normativa aplicable.

Así, la propietaria fue denunciada dos veces según la Ordenanza Municipal de Protección Animal, por el artículo 38.2.2 («No realizar las vacunaciones y tratamientos obligatorios previstos en la normativa aplicable»); y por el 38.3.16 («Permitir que el animal de compañía acceda a las vías o espacios públicos sin ser conducido por persona».). Ambas denuncias conllevan una sanción de 501 a 2.000 euros.